La educación es nuestra esperanza, nuestra mejor herramienta para intentar cambiar lo que en el ámbito que nos rodea y en el que actuamos y nos relacionamos nos enoja, nos entristece, nos deprime, nos irrita. Cierto que cada uno de nosotros tendrá diferentes elementos, objetos y sucesos como causantes de aquellos estados de ánimo que responden ciertamente a hechos y acontecimientos vividos y por tanto subjetivos, pero un común denominador se impone si pensamos y actuamos como colectivo humano, como sociedad, aunque solo sea por mera supervivencia y, ahí, las características y cualidades del Gobierno Abierto (participación, colaboración, transparencia) pueden ayudar a definir objetivos y ser útiles para desarrollar un enfoque educativo que sea capaz de transformar la sociedad. Y esta transformación es una tarea urgente pues son muchas las amenazas que nos acechan: económicas, demográficas, ambientales ...
Hagamos un recuento para visualicemos el alcance y la magnitud de tales amenazas:
Hagamos un recuento para visualicemos el alcance y la magnitud de tales amenazas:
- Cambio climático y contaminación ambiental sin fronteras (lluvia ácida, efecto invernadero, chatarra espacial, contaminación lumínica, acústica, visual...)
- Agotamiento y destrucción de los recursos naturales
- Urbanización creciente, desordenada y especulativa
- Destrucción de los ecosistemas y de la biodiversidad
- Disminución de la diversidad cultural debido al fenómeno de la globalización
- Crecimiento económico acelerado y consumo desaforado
- Explosión demográfica
- Desequilibrios y desigualdad creciente generadores de conflictos, guerras, migraciones masivas, violencia...
- Choque de civilizaciones con manifestaciones de acciones terroristas
- Creciente globalización y mundialización con la aparición de empresas de dimensión transnacional de enorme poder e influencia, proliferación de paraísos fiscales y surgimiento de mafias.
- Pérdida de calidad de la democracia
Así que afirmamos que la educación es la mejor herramienta para lograr el cambio, para formar ciudadanos libres y conscientes de los avatares del mundo que les toca vivir y, sin embargo, nunca la educación estuvo tan amenazada por intereses ajenos a su verdadera función y finalidad, que debe ser por fuerza liberadora, emancipadora y humana. Necesitamos educar en libertar para facilitar el desarrollo y evolución de mentes abiertas, críticas, responsables, reflexivas, que piensen en si y para si. Con valor y conocimiento para que afronten de forma colectiva los numerosos problemas que amenazan a nuestra civilización que, por primera vez en la historia, soporta un riesgo real de colapso y destrucción.
Los valores que rigen el Gobierno Abierto aplicados al ámbito educativo deben ser usados para mostrar que el crecimiento económico no puede ser el único dogma de la sociedad actual y que la experiencia vital no debiera consistir tanto en buscar un camino al prestigio, a la riqueza y a felicidad inexistente como de asegurar a todos los ciudadanos un goce sereno y armónico de la vida en comunidad, en ausencia de dolores y fatigas y fomentando la solidaridad, la frugalidad y el respeto mutuo.
Los valores que rigen el Gobierno Abierto aplicados al ámbito educativo deben ser usados para mostrar que el crecimiento económico no puede ser el único dogma de la sociedad actual y que la experiencia vital no debiera consistir tanto en buscar un camino al prestigio, a la riqueza y a felicidad inexistente como de asegurar a todos los ciudadanos un goce sereno y armónico de la vida en comunidad, en ausencia de dolores y fatigas y fomentando la solidaridad, la frugalidad y el respeto mutuo.
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